A continuación compartimos un testimonio escrito de uno de nuestros hermanos salvadoreños que fué deportado de Los Estados Unidos y estuvo involucrado con PAV dentro de una cárcel del vecino país del norte:
En el año 2011, mientras estaba en un centro penitenciario
en Hagerstown MD EEUU, escuche hablar de un proyecto llamado PAV y me pareció
muy atrayente ir y ver de qué se trataba, una vez en el taller básico fue interesante
ver cómo noté que la violencia era parte de mi vida desde muy pequeño, aunque
no solamente era físicamente sino que también psicológicamente y de muchas
otras formas durante mi formación como un niño hasta el momento en que fui
introducido al programa y más aún, sin saber que yo tenía todas las
herramientas para poder vencer todos mis problemas sin necesidad de usar la
violencia.
El primer día fue interesante para mí ver cómo yo era
un hombre muy violento y que sin pensarlo hacía uso de la violencia casi a
diario en la casa, en el trabajo, en la calle y en cualquier otro tiempo o
lugar. Una de las formas que pareciera no muy importante para muchas personas
en las que yo era un hombre violento, era cuando alguna persona o mis niñas
trataban de hablar conmigo y nunca prestaba atención a lo que me decían por lo
que me enojaba mucho con todo y por todo.
En el primer día, uno de los ejercicios que más me
pareció interesante fue círculos de comunicación o círculos concéntricos –en
inglés concentric circles– en el cual yo tenía que escuchar a una persona
totalmente desconocida hablar por tres minutos y tener que recordar todo lo que
se me había dicho, algo que nunca había podido lograr porque siempre tenía la
mente ocupada en algo más y que por primera vez fue posible para mi poder
recordar todo lo que había escuchado.
Luego por el resto del fin de semana hicimos muchos
otros ejercicios en los cuales fui aprendiendo cómo reconocer cada vez que me
sentía inclinado a hacer uso de la violencia y de cómo no tenía que hacer uso
de lo que alguna vez me hizo cometer muchos errores en la vida. Gracias a Dios
por PAV, porque ahora soy un hombre muy feliz con un deseo profundo de compartir
todo lo que he aprendido en los últimos 7 años de mi vida.
En la actualidad Vasquez Valiente, tiene otra oportunidad, está rehaciendo su vida en Nuestro País, El Salvador, saliendo adelante y demostrando que La Paz es el mejor camino que puede seguir toda Persona de Buena Voluntad...
Gracias por publicar los testimonios, Salomon!
ResponderEliminarQue bueno que nos apoyas en visitando este sitio, saludos y un abrazo desde El Salvador Chris
Eliminar